26.6.05

de las despedidas como genero

en un contexto en el que todo el mundo proclama y reclama la muerte de los generos (pensar el termino en cualquiera de sus acepciones), me atrevo a hacer una defensa (mas pasional que sistematica) de un genero: la despedida. despedirse es una tarea trabajosa y llena de obstaculos. implica poner en marcha toda una serie de mecanismos rituales que estan la mayor parte del tiempo inactivados (nadie se despide todo el tiempo –conozco la excepcion a esta regla y comparto ese conocimiento con un tal juanito laguna-). esta claro que no son de uso diario frases del tipo: buen viaje; feliz viaje; cuidate y disfruta; por favor, escribi y mantenenos al tanto de tus novedades; cuidate del agua, de la comida, del clima; no mezcles tequila con otras bebidas.. por lo tanto, es comun que esas frases suenen raras o anacronicas. quien recibe las indicaciones despedidoras sonrie tiernamente y agradece. quien dice esas frases intenta condensar sus deseos de bienestar en formulas prefabricadas. todo mejora si hay abrazos y tocaditas de cabeza. doy fe de que (pese al extrañamiento del despedidor/la despedidora y del despedido/la despedida y al agotamiento emocional que pueden provocar una seguidilla despedidaril) la ritualidad despedidora tiene efectos amables y perdurables. me acordare de alguien cuando tome tequila, de un amigo cuando mi viaje devenga feliz, de una amiga cuando este mal por el agua o la comida, y asi... me despido amablemente de buenos aires y me dejo partir.