13.8.05

brecha cultural/brocha gorda

numerosas teorias sobre el relativismo cultural, jugosas polemicas sobre el multiculturalismo y siglos de movimientos humanos en todos los sentidos y direcciones no bastan para cubrir todos los baches, rellenar todos los huecos, taponar todos los agujeros. los estereotipos nunca son abandonados y se van redondeando e inflando. turista, viajer@ (quienes se autocolocan en este rotulo se preocupan siempre por diferenciarse del anterior), inmigrante, fotaster@, extranjer@, gring@, crud@, guiri: son solo parte del arsenal calificativo para pensar a quienes transitan por tierras diferentes a la de su llegada al mundo. el tema de las nacionalidades es otro rollo que se aparece implacable para armar grillas interpretativas. grillas que marcan a las personas como si estas fueran la masa con el relleno de ravioles antes de que se apoye sobre ella la plancha marcadora ravioladil (abuela, como se llama ese artefacto?). extrañamente, quienes no tienen la menor intencion de defender su camiseta nacional, se ven igualmente en la necesidad de tener que comentar, matizar, reforzar o discutir los principios generales del tipo: "los xxxx -gentilicio de tu pais de nacimiento o adopcion; si has nacido en una capital, puede ser tambien el gentilicio de tu ciudad- son pedantes, machistas, prepotentes, conservadores, prolijo/as, progresistas, despotas, galantes, ligera/os" (marque con una cruz lo que le corresponde o tache lo que no le corresponde). asi las cosas, las cascadas de prejuicios bañan, mojan y salpican a desprejuiciados/as, juiciosos/as y juzgones por igual.
debo confesar que, afortunadamente, fui inmigrante, turista y viajera, pero nunca me senti portadora de estandartes bordados con particularismos y rasgos prefijados. ni mi base material, ni el lugar en el que naci, ni mi apariencia determinan mi conciencia. mi pasaporte tiene un color en la tapa y un mapa determinado, pero eso no me otorga identidad. soy un raviol de esos que quedan al costado de la plancha. de esos que son medio mutantes, como un trapezoide, los que van perdiendo relleno y se dejan invadir por la salsa.