7.8.05

nostalgias inevitables

Ataque de nostalgia y justo en medio de la afasia. Me gustaría escribir con el ritmo que la nostalgia le imprime sutilmente a mi sangre y mis movimientos, pero la afasia... ¿Qué hacer? Pues tomo las palabras de Óscar Hahn, que como ningunas, están hechas para contruir puentes de hemisferio a hemisferio y minar cualquier coordenada o accidente geográfico que se oponga. Pienso en los seres queridos, cuidándome de no pensarlos tanto como para que dejen de ser lo que realmente fueron en el último abrazo. Pienso en mi calle, en mi casa y en mi ventana. En los pequeños placeres cotidianos que se resisten a ser desplazados por nuevos y mexicanos placeres cotidianos... Ganas de saludar, ganas de una cerveza con amigos entrañables, ganas de abrazar mis hermanos y hermana... ¿Saldré alguna vez del horroroso Chile? Lo prometido es deuda y aquí vamos con O. Hahn: "Ningún lugar está aquí o está ahí/ Todo lugar es proyectado desde adentro/ todo lugar es superpuesto en el espacio// Ahora estoy echando un lugar para afuera/ estoy tratando de ponerlo encima de ahí/encima del espacio donde no estás/ a ver si de tanto hacer fuerza si de tanto hacer fuerza/ te apareces ahí sonriente otra vez// Aparécete ahí aparécete sin miedo/ y desde afuera avanza hacia aquí/ y haz harta fuerza harta fuerza/ a ver si yo me aparezco otra vez si aparezco otra vez/ si reaparecemos los dos tomados de la mano/ en el espacio/ donde coinciden/ todos nuestros lugares."