3.8.05

QUEDARSE SIN PALABRAS

En el DF suelo perder (no es la primera vez) algo así como el lenguaje articulado. Y el papel, que todo lo resiste, se queda en blanco. Y el análisis, que todo lo quiere, inhabilitado, y las palabras, que prometen aminorar la distancia, difíciles y rasposas. Extraño fenómeno... que me diga alguien por qué: 1. Por el exceso de ruido de la ciudad 2. Porque la belleza no puede ser parafraseada (a no ser de que sea con más belleza) 3. Porque no da la cabeza para hablar de algo y vivir ese algo al mismo tiempo 4. Porque el habla de estos lares destaca la extrañeza de la mía 5. Por la novedad y asombro cotidianos (el encandilamiento general) 6. Porque estoy muy cómodamente desplegada y, si eso es así,el lenguaje puede irse a su casa tranquilamente. O, precisamente por lo contrario y, si es así, por más optimismo que tengamos, no hay puente que las palabras puedan generar. 7. ??? 8. Etcétera, etcétera, etcétera... En fin, me repito que la lengua es forma, no sustancia y que el lenguaje es la casa del ser... Pero en estas circunstancias no sé qué pistas me puedan dar tan citadas declaraciones.