22.9.05

el grito

jueves al atardecer. perfecto comienzo de los festejos de la noche mexicana: pasar por el salon corona, en la caie bolivar, a colarse unos taquitos de pulpo, unas quesadiias y tomarse unas birrinas en buena -e inmejorable- compañía. acto seguido, dar unas vueltas por el centro historico mas animado de latinoamerica y volverse multitud entre tantisimas personas sonrientes (este pasaje le gustaria a toni negri). una vez pasadas las postas de los operativos de seguridad, el zocalo recibe al visitante con los brazos luminosos y abiertos. la catedral resplandeciente, gracias a los focos verde/blanco/rojo (en adelante: V/B/R), es mil veces mas atractiva que la de las imagenes que innumerables veces la captan en libros y documentales. las personas sonrien y estan muy tranquilas. los vendedores de sombreros tipicos, banderines, espuma, chalinas con los colores de mexico (huelga aclarar que termine con una de esas atada en la cabeza), cositas de colores y otras mercancias patrioticas circulan por la plaza. los fotografos cuentan con el kit mexica para convertir a cualquier turitsta o nativo en un charro o en un mexican for export en 10 segundos y no toleran que nadie demande fotos en poses diferentes a las previstas (pagarian por ver la foto de quien suscribe tomada para la ocasion). niños y niñas se dejan maquillar los cachetes con banderitas o motivos patrios V/B/R. lo unico que falta en esa plaza son los prohibidos brindis. hay estrategias, de todas maneras, para brindar sin parar y conversar con un borrachin fanatico de la ciudad de rosario (por el rio) en la cantina el nivel (es nuestro bar britanico y es preciosamente vieja). los tequilitas se suceden (bebidos con sangrita y limon con sal; eso da como resultado "beber en banderita"; notese que el combo resulta ser V/B/R) y el alma sonrie y resplandece. salud y felicidad. luego: recorrido por la plaza en distintos sentidos y direcciones. las luces se vuelven cada vez mas brillantes y el ballet de bailarines con calzas turquesas deviene un espejismo necesario. las bandas de mariachis se van sucediendo sin parar en el escenario y todo es mas y mas intenso. focalizar la atencion en un niño, y mirarlo a los ojos, pasa a ser el cable a tierra necesario en el medio de la conmovida multitud. los representantes de la clase politica mexica se asoman a los balcones del palacio nacional y lucen sus trajes de gala. se acerca el momento: el presidente se asoma al balcon y grita: viva los heroes de la independencia! viva mexico! viva la democracia! viva la republica! viva las mujeres! viva la pluralidad! (hay una version mas edulcorada de esta situacion aca). los fuegos de artificio V/B/R comienzan a dispararse hacia el cielo, mientras el himno es entonado con timidez y la gente comienza a desconcentrase por las calles laterales. joven la noche aun, queda caminar por el centro concurridisimo, hacerse parte de las lluvias de espuma adolescenticas y caminar hasta un bar en el que los mojitos pasan a ser la bebida mas rica del mundo. conmovida ante el gesto de un patova que me regala la escarapela de mexico y la prende en mi camisa a rayas. de alli, sin prisa, pero sin pausa, cena en casa de amables personajes chilangos que ofrecen pozole (guiso parecido a nuestro patrio locro) a la concurrencia. una señal de dios: encontre una bellisima blusa mexica blanca con flores coloridas bordadas en el pecho. los souvenires mexicanos pasan a ser ya tres: chalina, escarapela y blusa, mientras que la compañia se torna cada vez mas amable y necesaria. recalando en "fiesta" juvenil en coyoacan. remates: paso cansado, cuarto souvenir mexica (cartel en el que se anuncia mariachi), y despues dormir, con la certeza de que, cada tanto, se le puede ganar a la vida (la frase no me pertenece).